Decoración, Manualidades, Medio Mixto

Mezcla

Creo que soy una decoradora “wanabí”. Me apasiona decorar y darle vida a cada espacio de mi hogar. Pero a la misma vez soy práctica y no me gusta llenar de muebles y sobrecargar el ambiente con muchas cosas. Puedo ver una pared vacía literalmente por años y no voy a comprar por impulso el primer cuadro con tal de tener algo colgado allí. En los últimos días de diciembre, mientras nos preparábamos para la tormenta de nieve que hubo, yo combatí el frío con una de las cosas que más disfruto hacer, regueros con pintura y así llenar de color un lugar muy especial.

Este proyecto aguardaba por mi desde algún tiempo. Han habido algunos cambios desde que la casa estaba totalmente vacía y hablé de ello aquí. Algunos de esos cambios los he presentado aquí como lo fue la decoración del recibidor, el comedor que me trae recuerdo de días playeros y la organización del estudio.

Pero ahora le tocaba el turno al dormitorio principal y para ello preparé un gran canvas y cosí un extremo para que pudiera colgarlo con un cortinero. Escogí que fuera de esta forma porque quería que se viera con movimiento. No un canvas fijo y rígido. Quizás tuvo que ver que en algún momento leí que no es bueno tener nada pesado en el cabezal de la cama, para evitar accidentes. Pero para ser honesta, creo que la razón tuvo que ver más con estética que con seguridad.

Luego de algunos embarres por unos cuantos días (en lo que esperaba que se secara cada capa), acabé algunos frascos de pintura y eso me hace muy feliz. Acabar un frasco de pintura se parece a la sensación cuando acabo un rollo de washi tape. Me da una tremenda satisfacción y no sé explicar porqué.

Para lograr la transformación del cuarto decidí seguir una idea de una revista en la que mostraban las camas con juegos de sábanas que mezclaban diferentes colores y texturas. Esa idea de romper la regla de que las sábanas deben ser del mismo estilo y combinar fue lo que me llamó la atención y decidí lanzarme a la aventura. Es invierno y soy friolenta. Necesito muuuuuuchas sábanas, medias gruesas y varias capas de ropas para aguantar las temperaturas de esta temporada.

Una mirada de cerca a la mezcla de algunos colores y texturas que escogí para mi habitación.

Lo cierto es que usualmente lucen así.

El canvas terminado colgando del cortinero y la mezcla de colores en las diferentes almohadas. Creo que puse mucho amarillo en el canvas para ver si de esta forma calentaba un poco la habitación. Creo que hace buen contraste con el resto de blanco que hay tanto en paredes y muebles.

Confesión, no pongo colcha o comforter. Mi idea de hacer la cama es doblar las sábanas, sacudir la misma y acomodar las almohadas más o menos decentes. Quizás no es la solución más estética, pero si la más sencilla.

En la esquina un dream catcher para soñar siempre… despierta.

OK, pero si luego de hacer el esfuerzo de decorar, buscar sábanas calientitas, alegres, encuentras que no tienes donde dormir porque alguien ocupa tu espacio. Ni modo, seguimos buscando terminar proyectos pendientes e inventar unos cuantos más.

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