Planes

Recientemente estaba leyendo el prólogo de un libro, de esos que llevan largo tiempo en el estante y no había ni mirado. Encontré un mensaje que parecería que estuviera escrito para mí en este preciso momento que estoy viviendo. ¿Casualidad? No sé. Pero muchas veces tropiezo con palabras de otros, bien sea en una canción, el diálogo de una película, el status de Facebook de alguien… etc., algo que me habla directo a mí. ¿No te ha pasado lo mismo?

El libro es uno de art journaling de una de mis favoritas: Sabrina Ward Harrison. El título es Messy Thrilling Life, The art of figuring out how to live. En el prólogo, Laurie Wagner explicaba que fue a la casa de Sabrina para ayudarla a organizar el libro. Se encuentra con historias de la vida de la autora escritas en páginas sueltas, servilletas y demás, todas con la forma tan particular de hacer art journaling que tanto distingue a Sabrina y que a mí me fascina.

Todos esos apuntes estaban colocados en la pared de su estudio de forma vertical. Estuvieron trabajando, analizando y cambiando el orden de las páginas. Se fueron del estudio cuando estaban satisfechas con el producto y como es bastante natural en California, dejaron las ventanas abiertas.

Es entonces que llegan las palabras que me hablan a mí… “Tu haces planes y entonces un gran viento sopla”.

Cuando las escritoras regresan al estudio, el viento había esparcido por todo el piso las páginas que hasta hace poco tenían ordenadas. Las mismas no estaban enumeradas, así que con mucha paciencia había que volver a empezar. Sabrina tomó una de las piezas y decidió comenzar otro libro que sería muy distinto al planificado.

¿Por qué me identifico? Pues porque también había hecho plantes, tenía pensado mi futuro de cierta forma y llega este gran viento que me lleva hasta Greenville, en Carolina del Norte. En pocas semanas estaré viviendo en terreno desconocido y a una gran distancia física de los rostros familiares y queridos por mí.

“Tu haces planes y entonces un gran viento sopla”, esas son las palabras de este art journaling.

Como despedida, voy a incluir unas palabras de este prólogo que tanto me conmovieron.

“Esta no es la historia de planes frustrados y cual es el uso de intentarlo comoquiera. Esta es precisamente la historia de crear cosas: crear historias, hacer planes, hacer listas, crear con amor en el rostro del inevitable desorden que podamos encontrar, en el rostro del gran viento que puede llevarnos a su propio incuestionable destino”.

Seguiré desde Greenville creando otras historias y comunicando algunas cuantas por este espacio.